Tampico, Tamaulipas.- Los legisladores de Tamaulipas deben analizar la reglas que impone Derechos Humanos en varias diligencias que tienen lugar para tratar de ayudar a personas desvalidas, porque en los hechos más que facilitar esos apoyos se convierten en dificultades que son difícilmente salvadas en detrimento de los afectados, declaró la presidenta de la Colectiva Feminista Tamaulipeca Nury Romero Santiago.

Agregó que esta vez con el caso de Alicia, una joven mujer que no comió alimentos durante cuatro días colocándose en riesgo de morir por esta causa, se revela que Derechos Humanos no ve que el mayor de los derechos es la propia vida, que era lo que realmente se debía privilegiar.

Advirtió que en este tema se debe debatir en el Congreso del Estado para destrabar los trámites de gestión de ayudas, en lugar de que sean problemas o impedimentos para las propias autoridades encargadas de dar solución a una demanda social o cuando una fémina desvalida está en grave riesgo.

"Aquí lo alarmante es que las autoridades y las instituciones están atadas de manos, cuatro días con una mujer aquí (durmiendo en el exterior de un templo) que está en riesgo, vinieron de la Fiscalía (FGJ), vinieron de Derechos Humanos, vino la Cruz Roja nadie (pudo), ¿por qué?, todos atados de manos", precisó. 

"¿Dónde quedaron los derechos de esta mujer?, ¿dónde quedaron las garantías individuales de esta mujer?, tenemos graves problemas con los derechos de las mujeres, no podemos amarrarles las manos a las autoridades para que puedan ayudar a las personas; sí se requieren modificaciones a la Ley de Servidores Públicos, porque no les puedes atar las manos de esta forma, no es posible que quieran ayudar y tengan ciertas limitaciones", completó.

Así también exigió la apertura de las llamadas Casas Violetas, que fueron cerradas a la llegada del nuevo Gobierno estatal, las cuales no se han aperturado, siendo que son o eran refugios para las mujeres que buscan la ayuda social, hallándose ahora vulnerables debido a que no hay albergues a la mano hasta para salvar la vida.

"Otra situación que nos duele mucho a las mujeres en Tamaulipas es que hayan cerrado las Casas Violetas, porque uno de los impedimentos era que no había (refugio) dónde resguardarla, no tenemos dónde resguardar a las mujeres violentadas y urge que las Casas Violetas se vuelvan a abrir, porque no tenemos dónde resguardar a las mujeres", puntualizó.